El cuento narra la historia de Camila, una pequeña cebra que vive en un lugar con tanto viento que tiene que tener mucho cuidado para no perder su vestimenta. Un día, ya aburrida de la vestimenta que debía ocupar, salió sin la ropa y ¿qué fue lo que pasó?.
Que el viento le arrebató 7 de sus hermosas rayas. Camila se echó a llorar, con 7 lágrimas de pena, cada una por la raya perdida.
A lo largo de regreso a casa se encuentra con diversos personajes que la ven muy triste y acuden a ayudarla y poder completar sus 7 rayas. La pequeña cebra llega a casa, ya no tan triste, a contarle a su madre y ella le tiene una muy buena noticia que le hará olvidar toda su pena.
• Autora: Marisa Núñez – Ilustración: Óscar Villán
La Empatía
La empatía es la intención de comprender los sentimientos y emociones, intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar del otro.
¿Cómo logramos que nuestros niños sean empáticos?
Primero es importante comprender que cuando los niños son muy pequeños piensan que todo el mundo gira alrededor suyo (egocentrismo) y esto es una etapa muy normal del desarrollo infantil y es muy sano que lo experimenten. Esto se presenta entre los 2-3 años, muchas veces acompañada de las rabietas por la falta de entendimiento y la falta de comunicación adecuada ,lo cual genera frustración.
Ya a medida que crecen van comprendiendo a través de diversas experiencias el ir identificándose con otros y las emociones de otros. Y aquí nuestro rol como adulto es primordial ya que tenemos que ir interviniendo y ponerle nombre a las emociones (verbalizarlas), a expresar lo que les ocurre, ser comprensivos, para que ellos vayan adquiriendo habilidades sociales con otros.
Es por esto mismo que si nosotros prestamos atención a las cosas que le ocurren y le hacemos ver que nos importan y tomamos en cuenta sus opiniones, lograremos que ellos sean empáticos con los demás.
La Cebra Camila
Antes del cuento:
1. Introducir al niño comentando que hoy escucharán un cuento sobre la historia de una cebra que perdió parte de su vestimenta. Ella tenía mucha pena, pero unos animales fueron muy buena con ella y la ayudaron.
2. Pregunte al niño si ellos han sido bueno con sus amigos o familiares alguna vez. Espere alguna respuesta que pueda servir como punto de inicio para un ejemplo de empatía. Si no da un ejemplo el niño, bríndelo usted.
3. Cuente a niño/a que el cuento de hoy nos dará muchos ejemplos de buenos amigos.
4. Digan el ritual del cuento: Abracadabra, patas de cabras, que este libro se abra.
Durante el cuento:
1. Tener cerca algunos cordones, cintas, lanas, etc. que puedan simular las rayas e ir envolviendo a su niño/a a medida que se narra el cuento.
2. Ir cambiando las voces y entonaciones a medida que cambia el personaje.
Después del cuento:
1. Comente sobre la impresión sobre el cuento.
2. Realice preguntas relacionadas al cuento y la empatía como: ¿qué le pasaba a la cebra? ¿por qué tenía pena?¿qué te hizo entender que ella tenía pena? ¿quién fue buena con ella? ¿cómo la ayudaron? Etc.
Creando a Camila La Cebra
Materiales:
– Cilindros de papel higiénico.
– Cintas, lanas, cuerdas, etc.
– Pegamento/ cola fría.
– Pinturas.
– Pinceles.
Procedimiento:
Con la ayuda de un cilindro o varios podemos dibujar ojos, pegar orejas, cola e ir poco a poco dando forma a Camila la cebra. Luego con l ayuda de lanas, cuerdas, etc. vamos a ir rodeando a nuestra cebra para recordar las 7 rayas que le faltaban. Aquí les agregamos algunas ideas, pero es estilo libre.
Ayudemos a Camila con sus rayas
Materiales:
– Lápices de colores
Procedimiento:
Copia la imagen de la Cebra Camila que aparece a continuación e imprímela en una hoja en blanco. Al tener impreso el dibujo de Camila la cebra podemos pedirle a los pequeños que completen las 7 rayas que le faltaban de manera libre.
Recordemos quién ayudó a Camila (juego de memoria)
Materiales:
– Imagen a continuación.
Procedimiento:
Al tener la plantilla de Camila y las 7 rayas que adquirió en el camino podemos ir recordando cuál de todos los amigos le regaló la raya. Si el niño no recuerda quién fue es ideal sumar al juego las pistas para que adivine el animal, como por ejemplo con la serpiente: se arrastra por el suelo, saca la lengua, etc.
Pronto compartiremos más lecturas y actividades que podrán realizar con sus pequeños. Los invitamos a compartir con nosotros su experiencia.