Llega el día de la Madre, que este año, nuevamente, será muy distinto a lo que desearíamos por la situación que estamos viviendo. Llevamos más de un año desarrollando nuestra vida “en modo pandemia”. Hemos aprendido abruptamente, a no solo ser madre, sino también profesoras, contenedoras de nuestra familias, unas verdaderas malabaristas! para no dejar el frente del trabajo, la casa, la comida, los niños, la pareja etc.!
Por ello cobra aún más importancia el felicitarnos este domingo. Felicidades a las mamás primerizas, a las que muy pronto van a ser mamás, a las mamás veteranas y experimentadas, a las que hacen de mamá y papá durante todo el día, a las madres solteras, a las que se comportan como una madre, ¡a las grandes abuelas que malcrían y cuidan como nadie… a todas! muchas felicidades.
Muchas gracias por todas esas caricias y besos cuando los merecíamos, y cuando no. Por esas palabras que necesitábamos escuchar, y las que no. Porque con una mirada las madres ya saben lo que nos pasa. Todo esto quedará en nosotros, en nuestra vida, en nuestro aprendizaje, en nuestra manera de ser y lo trasmitiremos a nuestros hijos.
Hoy, reconociendo que el brote de coronavirus ha cambiado muchos aspectos de nuestra vida cotidiana y de nuestra vida personal, quiero recordarles, desde mi rol de mamá y de educadora que son 3 los elementos esenciales para el desarrollo cerebral de nuestros niños y niñas: «Comer, Jugar y Amar»
Más del 80% de cerebro del bebé se forma antes de los 3 años.
Hasta un 75% de las comidas sirve para el desarrollo del cerebro del niño.
Jugar, tan sólo 15 minutos diarios, de manera “presente” y “consciente”, con tu hijo/a, puede desencadenar miles de conexiones cerebrales.
A pesar de este tiempo incierto, nuestros niños todavía están aprendiendo, creciendo y desarrollándose. Unos pocos minutos y algunas actividades simples y gratuitas pueden marcar la diferencia.
Las interacciones cotidianas pueden tener un gran impacto sobre el desarrollo del cerebro durante la infancia. Los científicos llaman a esto SERVIR y DEVOLVER, como un partido de tenis o ping pong: Un niño “sirve” mostrando algo de su interés” y el adulto “devuelve” de manera “presente” y “consciente”. Encontrar momentos cotidianos para hacerlo, aportará día a día al desarrollo del cerebro del niño y la niña.
Se sugieren 5 pasos en esta estrategia de SERVIR y DEVOLVER:
Paso 1:Comparte el interés.
Cuando un niño tiene interés o curiosidad por algo, el adulto verbaliza o evidencia su interés: “Mira estás viendo este libro y aquí hay una foto de una vaca”, el adulto emite el sonido de la vaca:” Muuuuu” demostrando mucha atención e interés.
La clave está en poner atención en lo que el niño está viendo, en lo que se está ENFOCANDO. Que el adulto se haga parte de ese interés, le dará la posibilidad al niño, de ampliar el conocimiento y además fortalecer la relación entre el adulto-niño/a.
Paso 2: Apoyar y animar.
El adulto puede devolver el “servicio” de un niño, diciendo una palabra de aliento: “eso está correcto, que bien”, “te agradezco esta sopa que cocinaste, es mi plato preferido”. Incluso una expresión facial puede animar a un niño o bien, moverse si se está escuchando una canción o tocando algún instrumento. El gesto de acercarse a jugar con el niño/a y /o ofrecerle ayuda: “te ayudo a armar una torre para que llegue más alto”, lo hará sentir, importante, escuchado y atendido.
Paso 3: Nómbrelo.
Preste palabra y dele nombre a lo que está haciendo o viendo el niño: “Veo que estás recogiendo piedras, mira sus colores, son distintos; azules, grises y cafés. ¿Cuál te gusta más? Esto hace que el niño comprenda el sentido del lenguaje junto con ir guardando repertorio de palabras y significados. Cuando nombras lo que el niño ha enfocado, lo ayudas a comprender el mundo que lo rodea y qué esperar de él.
Paso 4: Tomar turnos.
Tomar turnos ayuda a los niños a aprender a controlarse y cómo llevarse bien con los demás. Esperar es crucial. Si levanto preguntas o comentarios al niño/a, debo darle tiempo y esperar su respuesta.
Al esperar, le das tiempo al niño/a para desarrollar ideas, generar confianza e independencia.
Paso 5: Practique finales y comienzos.
Los niños marcan el momento de cambiar de foco. Al soltar un juguete por ejemplo e ir en busca de otra, marca un final para abrirse un nuevo comienzo. Al ir en busca de un nuevo juguete, verbalizar el nuevo enfoque por parte del adulto, en esta etapa, es importante. Puede acompañar esta nueva iniciativa diciendo: “ahora quieres jugar con esta jirafa, te gustaría jugar con algo más? Y así hacer nuevamente el ciclo de “servir” y devolver”.
La Interacción de SERVIR y DEVOLVER es fundamental para el desarrollo cerebral del niño/a y la mejor noticia es que lo puedes hacer, en cualquier momento, cualquier lugar, sin necesidad de juguetes y tecnología. Solo se debe buscar pequeñas oportunidades. Mientras preparas comida en la cocina, cuando vas a la compra al negocio, o al hacer una caminata por el barrio o la plaza. Recuerda, Jugar 15 minutos diarios con tu hijo/a, de manera “presente” y “consciente”, puede desencadenar miles de conexiones cerebrales en él y un sentido profundo con tu ser MAMÁ/PAPÁ.
Cecilia Saavedra B.
Directora y Fundadora La Ludoteca